SALARIOS EN DESCENSO

La OIT (Organización Internacional del Trabajo), en su último informe mundial sobre salarios, constata que las retribuciones de los trabajadores han crecido en 2017 muy por debajo de lo que lo hizo en 2008.

A pesar de la recuperación económica tras la crisis, los países más avanzados son los que experimentan una bajada más acusada en la tasa de crecimiento de sus salarios. En Europa pasó de crecer un 1,6% en 2015 a una tasa de crecimiento 0 en 2017. Así mismo en EEUU pasó del 2,2% en 2015 al 0,7% en 2017. Y, en concreto, en España, la retribución real de sus trabajadores ha bajado un 0,3% a lo largo de los últimos 10 años, situándose entre los 5 países europeos, cuyo salario se ha reducido en dicho periodo, solo superada por Reino Unido, Italia y Grecia.

Entre las causas que pueden haber influido en esta desaceleración, pueden estar las siguientes: el bajo crecimiento en la producción, una alta competencia internacional o el escaso poder de los trabajadores a la hora de negociar sus condiciones laborales, debido a la escasez de puestos de trabajo.

Gráfico del Fondo Monetario Intermacional

Sin embargo, si analizamos este indicador en los países en desarrollo, sí que podemos observar un aumento en la tasa de crecimiento medio de sus salarios, concretamente esta ha subido a un 4,3% en 2017 (aunque bajó con respecto a 2016), frente a la subida del 2,9% en 2015. No obstante este crecimiento no ha sido el mismo en todos los países estudiados en este punto. De todas formas, si comparamos con una perspectiva más amplia, desde 1999 los salarios de los países en desarrollo se han multiplicado por 3, mientras que los de los países avanzados solo han aumentado un 9%.

Por último, este informe también hace referencia a los niveles de desigualdad en cuanto a las retribuciones a partir del estudio de 64 países que representan el 75% de los trabajadores del mundo. En este aspecto, los que presentan una menor desigualdad son los más desarrollados, destacando Suecia entre ellos, mientras que los países en desarrollo presentan mayores niveles de  desigualdad, sobresaliendo en este caso Sudáfrica y Namibia.