JAPÓN

LA CRISIS DE 2008

La crisis de 2008 se desató debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año 2006, que provocó en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas suprime o hipotecas basura.

Las repercusiones de la crisis hipotecaria comenzaron a manifestarse de manera grave desde inicios 2008, contagiándose primero el sistema financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquidez, y causando, otros fenómenos económicos como una crisis alimentaria global y, en conjunto, una crisis económica a escala internacional.

La crisis surgió en 2008, tras la caída del banco estadounidense Lehman Brother, aunque anteriormente ya habían caído en quiebra varios bancos menores de inversión. Con la caída de los bancos estadounidenses de inversión debido a la crisis de las hipotecas suprime, las bolsas y mercados de valores se derrumbaron y provocaron esta crisis financiera.

En 2008 el precio del petróleo superó su precio por primera vez en su historia debido a fenómenos especulativos de alta volatilidad.

En febrero de 2008, la inflación había subido a niveles históricos por todo el mundo. Los datos del Fondo Monetario Internacional indicaban que la inflación se hallaba en máximos en los países exportadores de petróleo, debido al aumento de la reservas de divisas extranjeras. Y también en muchos países subdesarrollados.

La inflación también aumentado en los países desarrollados, pero mucho menos y subiendo casi exclusivamente por el precio de productos importados. Los tipos de interés en la zona euro y en U.S.A. siguieron relativamente bajos.

Desde el inicio de la crisis en agosto 2007, los bancos centrales han demostrado una gran capacidad de reacción. Además han actuado a la vez para evitar una crisis bancaria sistemática y para limitar la repercusiones sobre el crecimiento. Asimismo, la Reserva Federal estadounidense flexibilizó la práctica monetaria inyectando liquidez y actuando sobre los tipos de interés.